
Bajó la conducción de Joaquín Ramos, Francisco Ramos y Julio Zarza, FM Mundo Sur seguirá la el último partido del goleador más increíble que dio el fútbol en los últimos tiempos, "el loco" Martín Palermo. Boca busca entrar en la Copa Sudamericana y Palermo con un gol más superaría a Sanfilippo, dejando el fútbol quedando como el quinto artillero del fútbol argentino.
Buenos Aires. Martín Palermo jugará hoy con Banfield un partido distinto, que ocupará un lugar importante en la historia de Boca, debido a que será el último en La Bombonera con la camiseta xeneize. Palermo es uno de sus mayores símbolos que a los 37 años le dice adiós a sus hinchas por la puerta grande.
Martín Palermo: Las venas del gol.
El encuentro, válido por la 18va. fecha del torneo Clausura de primera división y que tendrá vital importancia para Boca también por sus chances de acceder a la Copa Sudamericana, comenzará a las 20.20 y tendrá como árbitro a Alejandro Toia.
Probables Equipos:
Boca Juniors: Lucchetti; Rodríguez, Caruzzo, Insaurralde y Monzón; Chávez, Somoza y Colazo; Riquelme; Mouche y Palermo.
DT: Julio Falcioni.
Banfield: Bologna; Toledo, Dos Santos, López y Bustamante; Quinteros, Rosada, Romero y Gómez; Achucarro y Ferreyra.
DT: Sebastián Méndez.
Arbitro: Alejandro Toia.
Estadio: Boca Juniors.
Hora de inicio: 20.20.
Televisa Canal 7.
• Palermo, el gran ídolo de Boca se despide en La Bombonera
Martín Palermo, el emblemático goleador y uno de los mayores símbolos xeneizes se despide del fútbol con 13 títulos y 235 goles en sus dos etapas en Boca.
La Bombonera volverá a latir de nuevo, y no se trata de la obtención de un nuevo título, sino que será un partido especial mezclado entre alegrías y tristezas infinitas maquilladas entre lágrimas por los hinchas de Boca, testigos de un desenlace que jamás quisieron que suceda, pero este final quedará en la memoria de todos: la despedida de Martin Palermo, uno de los mayores ídolos de la historia de Boca Juniors, que se le dice adiós a la “9” azul y oro con todos sus honores, con una historia de vida de película y con toda la gloria recontra justificada.
Aunque puso su fecha de retiro el 19 de junio, es casi seguro que este partido contra Banfield será el último de la extensa y fructífera la carrera de Palermo, y lo hará ante sus hinchas en la mismísima Bombonera ante millones de ojos de los televidentes, simpatizantes o no de Boca- que estarán palpitando desde sus casas esta emotiva despedida para uno de los futbolistas que se metió en los corazones de muchos argentinos, sin distinción de colores.
El mítico escenario xeneize ha latido en más una ocasión con aquellos inolvidables goles del “Loco” en sus dos etapas en el club de La Ribera: desde el primero con la camiseta blanca y suplente de Boca (el 30 de septiembre de 1997), pasando por la memorable conquista “en muletas” en el 3 a 0 frente a River por la Libertadores 2000, el de la chilena al Taladro, el gol de taco y derecha al Rojo en este Clausura o el incomparable tanto de cabeza y desde 40 metros a Vélez, entre otros, que forman parte del repertorio de los 236 gritos del Titán en sus 13 años de carrera.
Con un abanico de goles inaudito en cuanto a gustos, records y sensaciones, Palermo pudo superarse a sí mismo más allá de ciertas limitaciones técnicas, pero sacó a relucir otras cualidades de espíritu, lucha y entrega para transformarse en uno de los grandes ídolos de Boca y convertirse en el máximo goleador en la historia xeneize, además de ser el quinto artillero en el fútbol argentino de todos los tiempos compartiendo ese lugar privilegiado con el veterano José Sanfilippo, quien lo calificó de “tronco” a pesar de haberlo alcanzado con sus 227 goles oficiales.
Vaya paradoja la del destino: el tiempo ha pasado, el día ha llegado, su gloria quedará inalterable y el optimista del gol dejará su lugar vacante para convertir su vida de jugador en una promisoria carrera como director técnico a los 37 años.
No caben dudas que Martín Palermo estuvo madurando la decisión de su retiro con la mente fría, antes de comenzar el torneo Clausura. Más allá de su vigencia en las redes, al “eterno” goleador ya no le quedan nuevos records por batir porque pulverizó todos sus objetivos que trazó como futbolista: logró 13 inolvidables títulos con Boca (fue el héroe de la Copa Intercontinental del 2000 frente al Real Madrid), anotó el agónico gol de la clasificación argentina frente a Perú, viajó al Mundial de Sudáfrica y hasta cumplir el sueño de jugar la Copa del Mundo y anotar un tanto -a Grecia- para convertirse en el jugador debutante y goleador de mayor edad en la historia.
Palermo, Martín, el Loco, el Titán, el “9” de Boca, el optimista del gol, el de la estatua de más de tres metros de altura, el de las mil y una anécdotas, historias y revanchas, el Flaco espigado de 187 centímetros nacido en La Plata, aquel delantero de pelo largo que tenía Estudiantes (club de sus amores) cuando jugaba el ascenso, el carismático rubio platinado de los comienzos titubeantes en Boca, el que se vistió de mujer para posar en una tapa de revista, el que hizo un gol desde la terraza de un edificio a otro, el que metió su gol número 100 con rotura de ligamentos, el que volvió a la cancha para hacer llorar a todos con el gol en “muletas”, el que sufrió una fractura cuando se le cayó una pared tras el festejo de un nuevo tanto en España, el de los tres penales errados en un mismo partido en la Copa América, el que convirtió con los dos pies desde los doce pasos, el formidable cabeceador, el ex enemigo y ahora inseparable amigo de Guillermo y, a pesar de las enormes diferencias en el vestuario, el compañero de muchas goles, títulos y alegrías junto con el otro gran símbolo: Juan Román Riquelme.
Palermo es, sobre todas las cosas, el gran ídolo que se fue construyendo como modelo a seguir por parte de grandes y chicos, el que se sobrepuso a las adversidades de todo tipo (desde importantes lesiones hasta la muerte de un hijo) y nunca bajó los brazos. Martin es “San Martin”, es el enorme ídolo xeneize y gran campeón, el “terror” de River, es el Titán, es un mito, una leyenda y una realidad.
El gran delantero jugará hoy su último partido en cancha de Boca para decirle adiós al fútbol y despedirse por la puerta grande. Será un momento muy especial e inolvidable para todos los hinchas que vivirán una fiesta infinita y llena de gloria que sólo el inigualable Palermo es capaz de conseguir. (Maximiliano Kronenberg/notio).
No hay comentarios:
Publicar un comentario